El Deportivo Alavés dejó huella en la Copa de la UEFA, bautizada desde la temporada 2009-10 como la Europa League. El conjunto vitoriano se convirtió en una de las más gratas sorpresas de este torneo continental llegando a ser subcampeón en su primera participación de la historia y las anécdotas son miles para los espectadores presentes en Mendizorroza.

En aquella temporada, la 2000-01, Mendizorroza presenció eliminatorias de altísimo voltaje ante escuadras de todos los rincones de Europa. Por el campo del Paseo de Cervantes desfilaron equipos como el Gaziantepspor turco, el Lillestrom y Rosenborg noruegos, el Inter de Milán, el Rayo Vallecano y por último el Kaiserslautern

El Deportivo Alavés, compuesto por una plantilla de jugadores con sentido de pertenencia como Pablo Gómez, Téllez, Javi Moreno, Carmona y Begoña, rozó la gloria tras protagonizar un torneo de matrícula de honor.

Y el factor Mendizorroza permitió al Glorioso superar todas las eliminatorias hasta presentar su candidatura en la final. No fue fácil, eso sí, pues el equipo de Mané tuvo que superar, a domicilio, al conjunto turco y a los equipos noruegos. Y es más, el Alavés no perdió ninguno de sus compromisos en casa. Empató frente al Gaziantepspor, el Lillestrom, Rosenborg e Inter de Milán antes de lograr sendas victorias frente al Rayo Vallecano y el Kaiserslautern.

INICIO NERVIOSO

 La Copa de la UEFA arrancó en Vitoria con un empate a cero ante el Gaziantepspor en la ronda de 1/48 de final. Este fue, precisamente, el estreno en esta competición de prácticamente todo el equipo de Mané. 

Fue el debut de Herrera, Begoña, Karmona, Téllez, Magno, Javi Moreno, Pablo, Rosas, Desio y Astudillo. Probablemente, el Alavés acusó su falta de experiencia en las primeras rondas, pero acabó tomándole la medida a este torneo de manera tan rápida como sorpresiva.

Después de derrotar al conjunto turco a domicilio con un 3-4 no apto para cardiacos llegó la ronda de 1/24 de final. Se inició en el estadio de Marienlyst, el hogar de un Lillestrom que cayó apeado por un 1-3. En la vuelta en Mendizorroza, el resultado fue un empate a dos con los goles de Magno y Epitié.

No en vano, el Lillestrom no fue el único noruego en dejarse ver por la capital alavesa. El Rosenborg fue el rival de los babazorros en la ronda de dieciseisavos y el Alavés no logró pasar del empate en la ida en Mendizorroza. Eso sí, los de Mané lograron una conmovedora victoria por 1-3 en el Lerkendal Stadion que brindó el billete hacia octavos.

Mendizorroza se vistió de gala para todas sus citas continentales y el colorido albiazul dejó un recuerdo imborrable en la retina de los afortunados que fueron testigos del periplo babazorro por Europa. 

Téllez celebra con Azkoitia uno de los goles al Rayo Vallecano en la UEFA Cup. DNA

Los éxitos en las rondas preliminares alimentaron todavía más la ilusión en la capital alavesa y así se evidenció en las gradas del Paseo de Cervantes. Nadie se quiso perder la hazaña de los pupilos de Mané.

Una de las noches más históricas fue, precisamente, la de octavos de final. Y eso que el Alavés no logró ganar en aquel encuentro. Después de superar al Gaziantepspor, Lillestrom y Rosenborg llegó un ogro como el Inter a Mendizorroza. Un equipo compuesto por figuras como Recoba, Vieri y Zanetti, quienes acabarían siendo históricos en sus respectivos países. 

El Deportivo Alavés empató a tres en casa y logró su gesta poco después en la visita a San Siro. Los pupilos de Mané asaltaron al conjunto italiano por un 0-2 que incendió el feudo milanés.

Superar dichas eliminatorias con oficio y solvencia dio los suficientes motivos para creer. El Deportivo Alavés compitió sin complejos en la Copa de la UEFA y fue el mayor ejemplo de lo importante que es la unión del vestuario.

Además, los albiazules fueron de menos a más durante su campeonato y los nervios iniciales en los choques frente a los turcos y noruegos dieron paso más tarde al oficio frente al Rayo Vallecano y Kaiserslautern. 

Así las cosas, la siguiente víctima en desfilar por Mendizorroza sería el Rayo Vallecano. En cuartos de final hubo cuatro representantes españoles como el Alavés, el conjunto vallecano, el Barcelona y el Celta. Pero solo dos pasaron a semifinales. El Glorioso en un lado del cuadro y el equipo blaugrana en el contrario.

El camino hacia las semifinales pasaba por derrotar al Rayo Vallecano. Y el Alavés no falló. El conjunto vitoriano dejó encarrilada la eliminatoria tras derrotar a los madrileños por 3-0. 

Azkoitia, Eggen y Vucko fueron los autores de los goles ante un equipo con nombres como los de Julen Lopetegui bajo los palos y Míchel, actual entrenador del Girona, como el hombre emblema en la sala de máquinas.

Esta victoria permitió al Alavés tropezar en Vallecas, donde sucumbió por 2-1 después de que Jordi Cruyff adelantara a los babazorros a los pocos minutos del comienzo del partido. La eliminatoria no corrió peligro, pues el Rayo Vallecano debía igualar una desventaja de tres goles.

BILLETE A DORTMUND

Eso sí, la noche europea más gloriosa en Mendizorroza fue el choque de semifinales frente al Kaiserslautern. El Alavés se encontraba a un paso de llegar a la final de Dortmund después de un titánico periplo continental. Los de Mané tan solo perdieron un partido en sus eliminatorias, el de vuelta frente al Rayo Vallecano por 2-1, y el duelo ante la escuadra germana era el último antes de su gran final.

El Glorioso, enfundado en la característica elástica rosa, derrotó por un contundente 5-1 al Kaiserslautern de Miroslav Klose y el mítico central Harry Koch. 

Desde el inicio de la serie, en Mendizorroza, hasta el epílogo en Alemania, el Deportivo Alavés fue superior a su rival y el resultado final de las semifinales reflejó un contundente triunfo de 9-2. Los goleadores en la ida fueron Contra por partida doble, Jordi Cruyff, Iván Alonso y Magno

Miroslav Klose conduce el balón ante la presión de Eggen. DNA

Aquel fue un triunfo, sin duda, inolvidable para la parroquia albiazul. El Deportivo Alavés dejó prácticamente sellado su billete hacia la gran final, donde esperaría el Liverpool del ganador del Balón de Oro Michael Owen junto a escuderos de primerísimo nivel como Heskey, Carragher y Gerrard. Recordar luego lo sucedido en Dortmund pone la piel de gallina a cualquier alavesista pese a la cruel derrota final.

El Deportivo Alavés también participó en la edición de la Copa de la UEFA del curso 2002-03. Sin embargo, su periplo continental fue más bien fugaz y aquel ejercicio desembocó en un fatídico descenso a la categoría de plata. El peor de los finales para una etapa de cinco temporadas de ensueño en Primera.

En la primera ronda, el conjunto de Mané derrotó en la ida al Ankaragucu turco por 1-2 y selló el pase a la siguiente ronda tras vencer a los otomanos por 3-0 en Vitoria. No obstante, el Alavés diría luego adiós ante el Besiktas tras empatar a uno en la ida en Mendizorroza y perder por la mínima (1-0) a domicilio.