Con la salvación a punto de sellarse de forma matemática esta misma jornada, llega el momento anunciado tanto por los rectores del Deportivo Alavés como por el propio Luis García para abordar una posible renovación que, caso de resolverse exitosamente, implicaría una tercera temporada del madrileño en la entidad del Paseo de Cervantes.

Mientras el entrenador ya ha expuesto en varias comparecencias su predisposición a dar continuidad a su ciclo en Vitoria, el Alavés no ha soltado prenda hasta ahora respecto a sus intenciones en alguna declaración pública por parte del presidente Alfonso Fernández de Trocóniz.

La versión oficial es que, para bien o para bien, el futuro de Luis García quedará zanjado tan solo cuando el club vitoriano certifique de forma matemática el gran objetivo de la temporada 2023-24.

Jagoba Arrasate, uno de los técnicos más apetecibles tras su decisión de dejar Osasuna Javier Bergasa

De lo que no hay duda es que el técnico madrileño ha calado hondo entre la afición babazorra gracias a su notable trabajo. No solo los números le avalan con un ascenso y una permanencia holgada, sino también la consistencia y la solidez atisbadas en el Alavés bajo su mandato.

Queda claro que Luis García se ha revalorizado de lo lindo al frente del 'Glorioso' sabiendo extraer el máximo jugo a casi todos los recursos que Sergio Fernández ha puesto en sus manos.

La trayectoria albiazul ha sido inmejorable pese a algunos altibajos que no han puesto casi nunca en peligro la ansiada permanencia, que será matemática este domingo en caso de sumar un punto en Valencia siempre que el Cádiz pierda este sábado su encuentro en el Santiago Bernabéu ante el Real Madrid.

El alavesismo confía en la continuidad de Luis García, pero en caso de que se consume el divorcio pocos dudan de que no le faltarán pretendientes para coger un banquillo de la máxima categoría.

Osasuna, Mallorca, Las Palmas...

Por ejemplo, al actual técnico albiazul ya se le ha vinculado a Osasuna, uno de los muchos equipos de la zona media-baja de la tabla que mantiene la incertidumbre respecto a la figura del piloto que tomará las riendas del equipo a partir de la próxima temporada.

Jagoba Arrasate decidió a finales de marzo cerrar su exitoso periplo de seis temporadas en el club rojillo y figura en el mercado como otro de los técnicos más cotizados. El vizcaíno encaja por razones obvias como anillo al dedo para la secretaría técnica de muchos conjuntos de la máxima categoría, incluso hasta los adinerados que peleen por Europa.

La versión oficial es que, para bien o para bien, el futuro de Luis García quedará zanjado tan solo cuando el club vitoriano certifique de forma matemática la ansiada permanencia, algo que podría producirse este fin de semana

El Sevilla, donde Quique Sánchez Flores difícilmente seguirá a partir del mes de junio, le contempla como una interesante opción. En las últimas horas también puede haberse sumado a la puja por Arrasate un Mallorca en el que Javier Aguirre parece tener ya los días contados pese a su sonada clasificación para la final de la Copa del Rey en Sevilla ante el Athletic.

Claro que hay otros clubes donde podrían registrarse cambios en el banquillo. Es el caso del Las Palmas, cuyo rendimiento ha descendido en picado en estas últimas semanas tras encadenar cinco derrotas consecutivas. Hasta el punto de que Xavi García Pimienta, intocable en otro momento de la temporada y con contrato en vigor hasta 2025, empieza a estar seriamente cuestionado.

García Pimienta está muy cuestionado en Las Palmas Javier Bergasa

En una tesitura similar se encuentra un viejo conocido como José Bordalás, atado por el Getafe por una temporada más pero que puede romper su vínculo si algún equipo de cierta enjundia echa sus redes sobre él, tal y como manifestó el presidente Ángel Torres.

Por último, quien tiene visos de seguir al frente del Celta es Claudio Giráldez siempre que los gallegos certifiquen la salvación. El gran damnificado puede ser el Cádiz, en el que Mauricio Pellegrino hará previsiblemente las maletas en el caso de que los gaditanos desciendan a Segunda División.

El extécnico albiazul firmó hasta el final de esta temporada con una opción de renovación automática si era capaz de salvar al equipo, que ahora se encuentra a cinco puntos del Celta en la tabla con tan solo 15 por jugarse.