Con su anterior libro, El humor de mi vida, no le fue nada mal. De hecho, vendió más de 350.000 ejemplares. Pues bien, ojo porque Paz Padilla regresa al panorama editorial con Madre!, un libro que rebosa emoción en cada una de sus páginas, sin olvidar ese toque de humor que la define.

Un texto que llega de la mano de Harper Collins, editorial con la que Paz Padilla publicó su anterior éxito El humor de mi vida en donde narraba su dramática y maravillosa experiencia vital.

“Están para lo bueno y para lo malo. Conocen nuestros secretos, nos escuchan y saben cuándo se necesita un abrazo, una risa o el mejor consejo…, aunque lo den de aquella manera”.

Así es como Paz Padilla hace un pequeño resumen de la esencia de su nueva obra. Y, es que, en este libro, la gaditana se centra en el amor incondicional que existe hacia las madres, aun cuando ya no están, como es su caso.

Paz Padilla y Paz Vega EP

Paz Padilla dedica esta obra a la suya, Lola, y detalla con maestría el acompañamiento, el amor, la compasión y el humor. Los cuatro elementos que ella cree que han guiado a las madres ante los reveses de la vida. Se trata de un apasionante recorrido de tres generaciones.

Lo que podría ser un homenaje a todas aquellas que lo dieron todo sin recibir nada a cambio, un libro donde “evocamos a la madre de nuestra propia infancia, a la que nos ayuda cada día y a la que sigue en nuestro recuerdo, aunque ya no esté con nosotros”.

Desde ‘Genio y Figura’

Su carrera multifacética comenzó en 1994 tras su aparición en el programa de humor Genio y Figura. Desde entonces, su cara se ha convertido en habitual en el mundo del espectáculo. Ha intervenido en un sinfín de programas de radio y televisión como cómica o presentadora, desde Crónicas Marcianas a Got Talent, mientras crecía su talento como actriz en El club de la comedia, o en series como ¡Ala… Dina! o Mis adorables vecinos.

Los largometrajes tampoco se le han resistido, y ha estado en producciones de la talla de Cobardes, comedias como A todo tren 2 y El Hotel de los líos y en exitosas obras de teatro como Sofocos, Desatadas y la versión escénica de El humor de mi vida, que ya han visto más de cien mil espectadores.

Paz Padilla EP

Antes de El humor de mi vida, fue autora de otros dos libros, Ustedes se preguntarán cómo he llegado hasta aquí, en 2002 y Quién te ha visto y quién te ve, Mari, en 2013.

Asimismo, en diciembre del año pasado Paz intervino durante cuatro entregas junto a su hija Anna Ferrer en Te falta un viaje. Se trataba de un programa creado por ella misma que ha compaginado con su papel de la La Chusa en La que se avecina. Actualmente continúa con las representaciones de la obra de teatro y forma parte del equipo de conferenciantes de Mentes Expertas. 

Una artista vinculada a ‘Sálvame’ 

Su nombre estará por siempre unido, para bien o para mal, al programa Sálvame. De hecho a día de hoy no hay entrevista en la que no se le pregunte por el programa para el que trabajó durante 13 años. Su despido de Mediaset fue polémico y muy sonado. Tanto que tuvieron que acabar readmitiéndola porque así lo dictó un juzgado, y la gaditana regresó a Telecinco. Eso sí, jamás volvería a pisar el plató de Sálvame. Ni ganas.

 “Me di cuenta de que ya sobraba, y qué bien porque ya no tengo que estar ahí. (...) Ya no necesito ni dinero ni nada. Si algo he aprendido es que se necesita muy poco para ser feliz”, contó al respecto en el pódcast Lo que tú digas. “Durante mucho tiempo estuve muy incómoda”. Y lo dice con conocimiento de causa, ya que ella sabe bien las entrañas del negocio de la crónica social y de la televisión en general.

“Somos números y yo entendía que era un objeto. Tengo muy claro que soy un personaje y mi manager es un vendedor de personajes”. La presentadora asegura que lo pasó “muy mal” con algunas noticias que se dieron en Sálvame, especialmente con las referidas a las muertes de Chiquito de la Calzada y Jesús Quintero: “Hay cosas que te duelen en el alma. Yo optaba por el silencio, pero fue muy duro”. Por eso, dice, prefirió ser cautelosa al contar que su marido tenía cáncer: “No es bonito ir a un trabajo y no poder contar a tus compañeros que tu marido se está muriendo”.

Críticas a la dirección

La andaluza recuerda que pidió a sus jefes que rebajaran la tensión de Sálvame. “Por favor, ¿No te da pena verla llorar?”, rogó a uno de ellos. “¡Anda ya!”, le contestaron. Con todo esto sobre la mesa hay una pregunta que flota en el aire cada vez que se habla del maltrecho final entre Paz y Sálvame: ¿Por qué aguantó tanto tiempo? “Yo intentaba estar ahí mostrando mi humor, que es mi forma de vida. Durante mucho tiempo pensé que tenía que estar, y luego me di cuenta de que sobraba”, argumenta.

Paz Padilla junto a su hija Anna Ferrer EP

María Patiño, compañera de Paz en Sálvame, ha sido de las pocas que ha salido a contestar a la gaditana, y lo ha hecho de manera tajante y defendiéndose de las declaraciones de Padilla. “Amo mi profesión por encima de todo. He sido fiel y libre siempre.

No tengo la necesidad de pedir perdón y menos de echar culpas a las productoras que me han contratado. Hablo cuando les tengo delante, jamás cuando desaparecen”, escribió la periodista, dando muestras de la rabia y decepción que sentía. “Detesto la hipocresía y sobre todo la ausencia de generosidad de Paz Padilla que, aún siendo compañera, cuando me pidió ayuda, estuve”. Ahí queda eso.

Tres amores

Paz Padilla es una de esas mujeres que habla sin problemas de su vida privada, y confiesa que su vida amorosa se ha dividido en tres relaciones significativas. Su primer gran amor fue Albert Ferrer (ahora influencer y empresario), el padre de su primera y única hija, Anna Ferrer Padilla.

La pareja contrajo matrimonio en 1998 y en 2003 decidieron seguir caminos separados. A pesar de la separación, Paz y Albert han demostrado ser ejemplos de una relación amistosa y respetuosa, especialmente por el amor que ambos sienten por su hija. Como cuando recientemente él se acercó a la firma de libros de Paz en Barcelona con motivo de Sant Jordi.

Paz Padilla firmando libros en la Diada de Sant Jordi EP

Después conoció a Juan Antonio Vidal, con quien se casó en una íntima ceremonia en Zahara de los Atunes en 2016. Sin embargo, la felicidad se vio empañada por la tristeza cuando, el 19 de julio de 2020, Juan Antonio falleció a los 54 años tras una dura batalla contra el cáncer.

Recientemente fue la propia Paz la que comentaba que “cuando murió Antonio, yo pensaba que nunca más iba a volver a ser feliz. Siempre pensaría que era más feliz cuando él estaba, pero pasa... Lo echas de menos y te acuerdas de él, pero puedes”. Padilla añadió: “Nunca se supera esto, se aprende a convivir con ello. Tú puedes despedir a un ser querido sin angustia y recordarlo con amor, porque el amor no se acaba”.

Paz Padilla durante el entierro de su antigua pareja Juan Antonio Vidal EP

 Ahora, el corazón de Paz Padilla pertenece a Fran Medina. La presentadora, al conocerse este nuevo romance y en defensa de su derecho a amar de nuevo, expresó: “El amor no es algo que acabe cuando la persona se va. El amor no se dosifica... El amor es inmenso, y yo tengo una gran capacidad para amar”.

Una ‘despedida’ a su manera

Precisamente en el primer capítulo del programa Te falta un viaje, la gaditana recordó las duras críticas que recibió cuando despidió a su marido. “Murió mi madre, cuatro meses después mi marido, mi Antonio, el amor de mi vida.

A la semana se muere mi suegra y al mes el abuelo de Anna. Entonces empiezo a ver que hay muchas culturas en las que celebran la muerte de otra forma, por lo bien que esa persona ha vivido, celebrando que ha tenido una vida plena y que estamos todos los que lo hemos querido y lo vamos a despedir como se merece”, relató detallando por qué festejó el adiós al gran amor de su vida.

“Preparé un monólogo en homenaje a él, a su vida, que vamos a estar tristes por su ausencia, pero su vida ha sido plena y muy bonita”, detalla Paz Padilla cómo introdujo lo que después convertiría el funeral en una improvisada fiesta.

Algo que no fue aceptado por todos, pues no todos vivían el duelo desde la misma concepción. El lamentable resultado fue una dura crítica “porque la gente frivolizó y pensó que me tomo la vida muy en broma, y no es así. Yo me tomo la vida muy en serio”.