El trabajo desarrollado por los cuerpos policiales con competencias en materia de seguridad ciudadana en Álava está dando sus frutos. Frente a los agoreros y a aquellos que usan los datos de manera populista, las estadísticas facilitadas por el Departamento vasco de Seguridad y recogidas en la Memoria Delincuencial de la Euskal Polizia 2023 indican que el número de infracciones penales conocidas por la Ertzaintza y las policías locales del territorio –cuerpos de Gasteiz, Llodio, Amurrio y Laguardia– relacionadas con el robo con fuerza en domicilios se rebajó el pasado año casi un 24% en relación a lo observado en 2022.

Según el citado trabajo, que salió a la luz pública en la tarde de ayer, el pasado año concluyó con 433 casos de robos con violencia en domicilios. Esa cifra es sustancialmente inferior a los 566 expedientes abiertos en 2022. Esta circunstancia se traduce en una rebaja relativa del 23,50%.

Operativo de la Ertzaintza ajeno a la información ALAIN SALTERAIN

Bandas especializadas

La explicación a esta circunstancia hay que buscarla en la caída de bandas itinerantes oriundas del Cáucaso y especializadas en desvalijar domicilios de barrios como Lakua, Salburua y Zabalgana, en los que se han cebado durante temporadas precedentes en busca de efectivo y de oro, metal este que funden y sacan de la ciudad con urgencia a través de sus canales habituales.

Sobre el particular, a finales de 2023, un operativo de la Policía autonómica logró detener a siete integrantes de una de esas tramas, responsables, al parecer, de varias oleadas de asaltos a domicilios en Vitoria. El modus operandi de este tipo de criminales es sencillo.

Llegan a una ciudad en la que ya tienen bases desde las que trabajar gracias a la colaboración de asentamientos previos de colaboradores de su misma nacionalidad. Tras eso, hacen una prospección y trabajo de inteligencia en barrios en los que el coste-beneficio de sus golpes sea el adecuado. Tras entrar en varias viviendas, abandonan la ciudad y se ubican en otra para volver a empezar.

Menos robos en trasteros

En la misma línea, la recopilación numérica elaborada por los rectores de la seguridad ciudadana vasca evidencian una reducción radical en los asaltos sufridos por trasteros, garajes, leñeras y similares. Las estadísticas al respecto reconocen 75 casos frente a los 229 conocidos en 2022. Es decir, este tipo de delitos se ha rebajado un 67,25%.

En cuanto a los robos con fuerza en empresas del territorio histórico, el trabajo estadístico también es concluyente. El trabajo de Ertzaintza y los diferentes cuerpos de guardia urbana existentes en los principales municipios alaveses se traduce en una reducción de casos del 5,71%, al pasar de 70 expedientes abiertos en 2022 a 66 el pasado año.

Tampoco es desdeñable la presión policial contra los responsables de los robos con fuerzas en comercios y establecimientos similares. Al respecto, la memoria policial reconoce en 2023 194 infracciones penales conocidas. Exactamente, un 8,49% menos que las registradas en 2022, que llegaron a 212.

Por último, la cifra de estafas convencionales se redujo un 50% al pasar de 263 en 2022 a 130 en 2023.

Más delitos en Euskadi

Nuevas tecnologías. Euskadi registró en 2023 un total de 138.180 delitos, un 3,48% más que en 2022, de los que el 80% fueron presenciales y el 20% a través de las nuevas tecnologías. La gran mayoría de los delitos que se cometieron en Euskadi, tanto de manera presencial (el 57%) como a través de las nuevas tecnologías (más del 93%), fueron contra el patrimonio, es decir, hurtos, robos con fuerza en las cosas, robos con violencia e intimidación, daños y estafas, entre otros. Las infracciones penales de mayor gravedad, las que se cometen contra las personas representaron el año pasado un 11 % de los delitos presenciales y un 3,5 % de los ciberdelitos.