“Ha sido una pena”, resopla Joxean Fernández Matxin (Basauri, 1970) al otro lado de la línea telefónica. El mánager deportivo del UAE Team Emirates atiende la llamada de este periódico a miércoles por la tarde, solo minutos después de que su pupilo Jan Christen, cazado a dos kilómetros de meta, haya protagonizado una exhibición sin premio en la clásica Eschborn-Frankfurt. Concluida ya la prueba alemana, toca centrarse en el siguiente frente que depara el calendario, un Giro de Italia al que el equipo árabe acude con el indiscutible favorito, Tadej Pogacar

La aproximación del esloveno a la ‘corsa rosa’ ha sido perfecta, por resultados (siete victorias) y por ausencia de percances.

Sí, sobre todo si la comparamos con lo sucedido hace justo un año: a estas mismas alturas de la temporada, después de la caída de Tadej en Lieja (se fracturó una muñeca), no sabíamos si tendríamos tiempo suficiente para prpararnos y llegar competitivos al Tour de Francia. La idea inicial entonces era correr Dauphiné en junio, pero luego resultó que fue en esas mismas fechas cuando realmente pudimos reanudar los entrenamientos... Al planificar una campaña, siempre pautas unos ciclos que en 2023 no pudimos cumplir, al vernos condicionados por aquella lesión.

Y ahora son otros quienes sufren el mismo problema.

Quiero y deseo que Jonas Vingegaard, el ganador de las últimas ediciones, esté finalmente en condiciones de participar en el próximo Tour. Ojalá pueda ejercer allí de lo que ha sido hasta ahora: uno de los grandes candidatos a la victoria, quizás el favorito número uno.

Mientras el danés se recupera, Pogacar afronta desde este sábado su primer Giro. ¿Lo van a gestionar mirando también al propio Tour?

No (rotundo). Ahora nos toca centrarnos en el presente, porque encaramos una carrera lo suficientemente tensa y nerviosa como para evitar pensar en otros objetivos. No sería profesional ni inteligente dejar de disputar el Giro como lo que es, una gran vuelta. Está claro que la planificación general de la temporada de Tadej se hizo con un ojo puesto en el Tour, pero mientras corramos el Giro deberemos mantener una concentración absoluta y manejar la prueba como debemos, con ambición y asumiendo el liderazgo que nos va a corresponder.

No existen dudas respecto al favoritismo de Pogacar, pero la gente sí se pregunta si el UAE mantendrá en Italia esa ambición que cita. No están dejando ni las migajas...

Bueno, a ver, yo pienso que cualquier director haría lo mismo en mi situación. Con lo que se sufre muchas veces para ganar carreras, tú tienes que aprovechar todas las oportunidades que se te presenten. En el UAE debemos mostrarnos competitivos desde el primer día hasta el último, porque, del mismo modo en que nunca nadie nos ha regalado nada, nosotros tampoco tenemos por qué andar haciendo regalos. Somos un equipo ambicioso, y como tal no podemos apartarnos de intentar ganar siempre. Para eso entrenamos y nos preparamos, ¿no? Cuando uno se coloca un dorsal es para competir, y esta temporada lo hemos hecho logrando ya victorias con doce corredores diferentes, no solo con Pogacar. Esto es lo más bonito, porque todos los ciclistas están felices y saben que, si un día toca trabajar para un compañero, este también lo hará para ellos en una próxima ocasión.

En el Giro alinean a Pogacar, Majka, Novak, Grosschartner, Bjerg, Laengen, Oliveira... y al velocista Juan Sebastián Molano.

Va a ser una de las pocas carreras que afrontemos con esa especie de doble objetivo. En la mayoría de ocasiones en que vamos a una prueba con Tadej, nos centramos exclusivamente en dotar a nuestro líder de un entorno. Para este Giro, mientras, apostamos también por un Molano que tiene en Rui Oliveira a uno de los mejores lead outs (lanzadores) del pelotón. Tengo mucha confianza en ambos y espero que puedan conseguir alguna victoria de etapa. Además, su papel no quedará ahí, porque en determinados momentos de las jornadas de montaña también serán importantes para controlar la carrera.

¿En base a qué criterios se ha configurado el resto del equipo?

Somos conocedores de que en este Giro no vamos a tener esa clase de rivales con los que todo el mundo busca que pelee Pogacar: me refiero a Evenepoel, a Vingegaard y a gente así. De este modo, al no estar enfrente ese tipo de adversarios, asumimos de antemano que recaerá en nosotros una responsabilidad superior a la habitual. Y por ello apostamos por una estructura de equipo donde todos los corredores van a tener claro que hay un líder único.

¿De qué manera pueden intentar el resto de escuadras revolucionarles el gallinero?

Creo que resulta obvio: intentarán aislarnos y que Tadej corra lo más solo posible. Pero, como te decía, nosotros llegamos al Giro teniendo muy claro que desde el primer día va a tocar asumir la responsabilidad, incluso si Pogacar no viste de rosa. A efectos de trabajo y de control, tener a un corredor como él resulta tan importante como llevar la maglia.

La carrera empieza este fin de semana con dos etapas más selectivas de lo habitual en el arranque de una gran vuelta.

Y no creo que sea malo, más bien lo contrario. La primera etapa resultará nerviosa, y la segunda, con llegada en alto a Oropa, definirá ya muy a las claras quiénes van a luchar por estar delante. Esto puede ser un signo de seguridad. Me refiero a que en las jornadas posteriores quizás no haya tantos equipos interesados en colocar bien a sus líderes, lo que reduciría el riesgo y la tensión. Es posible que este Giro resulte menos peligroso, al quedar algo más definido desde el domingo inicial.

¿A quiénes ve como rivales más temibles?

Hay muchos. Si nos ceñimos a una cuestión de experiencia, ahí está Geraint Thomas, que sabe cómo llegar verdaderamente bien a estas vueltas de tres semanas. Y a partir de ahí corren otros ciclistas a tener en cuenta como Lutsenko o un Lipowitz que ha estado muy bien en Romandía, y que podría convertirse en ese corredor menos conocido para el gran público que suele terminar de explotar en el Giro, donde siempre sale alguien nuevo... Respecto a los demás, no me gustaría olvidar a nadie: O’ Connor, Caruso, Daniel Felipe Martínez, el joven Uijtdebroeks... y sobre todo Romain Bardet, que ha demostrado atravesar un gran momento. Todos pueden pelear la general.

Para terminar, no puedo evitar preguntarle por la ausencia de ciclistas vascos en el pelotón de la ronda italiana, 27 años después.

Se trata de un dato preocupante. Es obvio que necesitamos un equipo en el que los jóvenes se vean reflejados. Y ya sé que está el Euskaltel, pero hace falta algo más, posiblemente lo que teníamos antes con el propio Euskaltel. Los ciclistas que empiezan deben verse enfrente de un espejo con estructuras y corredores importantes. Sin ese estímulo, se hace difícil que sigan habiendo ganas de hacer las cosas tan bien. Tan bien, me refiero, como para adquirir el nivel que te permite correr un Giro.

¿Entonces es más una cuestión de plataformas que de materia prima?

Sí, yo creo que es más una cuestión de estructuras. Si estas existen, se van generando y formando corredores, sí o sí. Necesitamos más Euskaltels. O más Kern Pharmas. Posiblemente haga falta algo más.